Conoce cómo limpiar tus brochas de maquillaje y alargar su vida
¿Cuántas brochas de maquillaje has tenido que reponer? ¿Sabes cuidarlas para que duren más tiempo? Las brochas son más resistentes de lo que pensamos, pero para poder usarlas durante años necesitamos cuidarlas y limpiarlas correctamente. ¡Te contamos los trucos para que tus brochas sean eternas!
02-07-2020
En este artículo vamos a tratar...
¿Cuántas brochas para maquillaje te has comprado en tu vida? Seguro que ha sido un comprar, tirar, reponer, aguantar hasta el último momento, tirar y volver a comprar nuevas. Muchas veces creemos que nuestras brochas ya han cumplido con su misión en la vida y nos disponemos a hacernos con unas nuevas. Pero eso pasa porque no nos han explicado cómo limpiar las brochas de maquillaje. Porque sí, su vida es dura y son uno de los instrumentos que más usamos en nuestra vida cotidiana, pero son más resistentes de lo que pensamos, siempre que tengamos un poco de cuidado.
Como con casi todo, hay distintos tipos de brochas en el mercado que cumplen distintas funciones. Las brochas sintéticas son mucho más resistentes y adecuadas para aplicar cosméticos más densos como las bases líquidas porque sus fibras son más absorbentes. Las brochas de fibra natural pueden ser más delicadas, pero también son perfectas para aplicar el maquillaje en polvo.
Cómo limpiar las brochas de maquillaje paso a paso
Si has decidido dar una segunda oportunidad a tus brochas y darles un lavado de cara (literal), debes seguir algunas pautas que te ayudarán no solo a dejarlas como nuevas, sino a conservarlas en su mejor estado.
Ahora que tienes tiempo, puedes dedicar un ratito a mimar todas tus brochas como es debido, y para ello hay que seguir unos sencillos pasos que verás a continuación.
Humedece tus brochas con agua fría. Como mucho, puedes usar agua templada pero desaconsejamos totalmente usar agua caliente. Aunque las altas temperaturas sean más efectivas para limpiar, en las brochas es contraproducente utilizarla porque podría derretir el pegamento que mantiene todas las cerdas juntas… Y eso sería un problema. Así que opta por agua fría y asegúrate de que queda bien empapada.
Cúbrelas bien con jabón. ¡Que no quede ni un centímetro libre de jabón! Aunque existen limpiadores de brochas, puedes utilizar un jabón normal para este paso. Las brochas son lo suficientemente resistentes como para poder aguantar, por ejemplo, el jabón que usas para lavarte las manos. Así que si te preguntabas cómo limpiar las brochas de maquillaje con jabón específico, nos alegra informarte que con el jabón que tienes en casa es suficiente.
Frota, enjuaga y vuelve a repetir. Si es una brocha grande, lo que puedes hacer es frotar contra la palma de la mano haciendo movimientos circulares para que poco a poco vaya soltando el maquillaje. No hace falta aplicar demasiada fuerza, pues podrías dañar la base de la brocha. Si es más pequeña, un masaje delicado con las yemas de los dedos puede ser suficiente. Cuando creas que ya no puedes aclarar más las cerdas, enjuaga bien y vuelve a repetir si crees que es necesario. Lograrás eliminar la suciedad, el maquillaje y las bacterias que se hayan podido colar en tu brocha.
El toque mágico del acondicionador. Es el truco más importante al aprender cómo limpiar las brochas de maquillaje. Igual que en nuestro propio pelo, el acondicionador suaviza las fibras de las brochas para que queden igual de sedosas que cuando las compraste. ¿A que no te lo imaginabas? Aplícalo y déjalo actuar entre 5 y 10 minutos antes de enjuagar. Eso sí, aclara con abundante agua para evitar que queden restos de acondicionador en las cerdas.
Termina con un secado natural. Mantén tus brochas lejos de las fuentes de calor, incluso cuando las laves. Lo mejor es dejarlas secar en posición horizontal sobre una toalla, o bien boca abajo pero siempre teniendo cuidado de no alterar su forma original durante el secado.
Para hacer que el proceso sea más corto y sencillo, te recomendamos llevar una limpieza habitual de tus brochas. Las que usas para aplicar la base de maquillaje, por ejemplo, suelen necesitar una limpieza semanal porque estos cosméticos son más untuosos y se acumulan mucho más. Por otro lado, las que usas para sombras de ojos o para maquillaje con textura en polvo puedes limpiarlas una vez al mes. Así estrenarás brocha cada pocas semanas, ¡y sin tener que comprar nuevas!.
¡Te van a encantar!
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