Cuáles son los efectos del frío en la piel

Entrevistamos a Mercedes Abarquero, Responsable Científica de Vichy, que nos explica cómo afecta el invierno a nuestra piel y qué podemos hacer para evitar que se deshidrate o se reseque en exceso. ¡Sigue leyendo!

Mercedes Abarquero

01-04-2022

Seguro que en estos meses más fríos del año notas que tu piel está más tirante y deshidratada que nunca. ¡No eres la única! Con el frío, los niveles de hidratación y nutrición de la piel se ven alterados. En esta entrevista, Mercedes Abarquero, Responsable Científica de Vichy, nos responde a las preguntas más frecuentes sobre este tema. 

1. ¿Por qué necesitamos un cuidado extra en invierno?

'Durante el invierno, la piel se expone a condiciones externas adversas como son el frío, el viento, la falta de humedad, etc. relacionadas con la climatología, pero también tenemos que tener en cuenta otras como son las variaciones bruscas de temperatura (frio de la calle/calor calefacción) u otros factores como la contaminación/polución (principalmente proveniente de las calefacciones y de los coches) que afectan negativamente a la piel, siendo uno los niveles de hidratación y nutrición de la piel parámetros afectados rápidamente.

En el caso de la sequedad/deshidratación de la piel la función barrera se altera y nuestra piel no es capaz de compensar/protegernos frente a los factores que pueden afectar a la piel. Esta es una de las principales razones por las que nuestra piel necesita un cuidado extra en invierno: proteger y compensar estos cambios para mantener no solo una piel capaz de realizar sus funciones, sino que además sea una piel ideal'.

2. ¿Cómo debemos cuidar la piel en esta época del año?

'No podemos hablar de un único tratamiento, ya que en función de si es rostro o cuerpo el tratamiento debe ser diferente o incluso en función de los factores a los que nos expongamos pueden variar las necesidades.

Por lo general, las bajas temperaturas y la baja higrometría hacen necesario el aporte externo de elementos emolientes y humectantes capaces de proteger la piel y aportar la cantidad de hidratación necesaria. En el caso de una exposición solar, por ejemplo en zonas de montaña, debemos recomendar la utilización de fotoprotectores o productos con filtro de protección solar'.

3. ¿Qué tipo de productos y texturas debemos usar en invierno?

'Podemos cuidar nuestra piel, hidratando y nutriendo desde la higiene. Hoy en día disponemos de syndets (geles de ducha sin jabón) en los que se incorporan elementos hidratantes/nutritivos dentro del propio producto de higiene. Muchos de ellos incluyen elementos hidratantes como la glicerina o el ácido hialurónico, elementos nutritivos como la manteca de karité, el aceite de almendras, el aceite de albaricoque, pasiflora, arroz, jojoba, maíz, etc., ricos en ácidos grasos ω3 y ω6, e incluso elementos calmantes como es el extracto de avena o incluso las aguas termales. Además la incorporación de una crema/loción/aceite tópicamente nos asegurará mantener y recuperar los niveles adecuados de hidratación y aportar los nutrientes necesarios para ayudar a restaurar la función barrera.

En cuanto a la elección de la fórmula, en principio a mayor nivel de sequedad deberíamos apostar por texturas más enriquecidas en aceites. Si bien es cierto, que la galénica hoy en día permite tener texturas ultrasensoriales y además muy nutritivas, gracias a la inclusión de oleosomas o de polímeros que facilitan la incorporación de altas concentraciones de aceites manteniendo texturas de rápida absorción.

Por lo general, cuando hablamos de la elección de texturas se eligen lociones en el caso de pieles normales  a secas y bálsamos en el caso de pieles secas a muy secas. En el caso de los aceites, este tipo de textura se recomienda para todo tipo de piel, ya que gracias a que suelen incorporar aceites de tacto seco de rápida absorción sin residuo oleoso, suelen ser productos con aceptación en todas las pieles'. 

4. ¿A qué zonas debemos prestar especial atención en los meses fríos?

'Principalmente las zonas más expuestas son las que requieren mayor atención, como son las manos o el rostro. Pero en este caso también debemos tener en cuenta que zonas que no estén expuestas van a sufrir alteraciones, como los codos o las rodillas, que son ya zonas que naturalmente tienden a secarse'.