6 maneras en las que viajar puede afectar a tu piel
En avión, tren, barco, autobús... tu piel te acompaña allá donde vayas. ¡Sigue nuestros consejos para que no tenga jet lag!
18-03-2019
En este artículo vamos a tratar...
Las vacaciones son un momento perfecto para poner tus preocupaciones a un lado y disfrutar de toda la belleza que este mundo tiene para ofrecer. Si a esto le añadimos el placer de viajar, ¡tenemos la receta perfecta para la relajación!
Bueno, hasta que te miras al espejo después de un largo vuelo y notas que tus vacaciones se reflejan en la piel. Desde tomar el sol en una preciosa playa del Mediterráneo a explorar una nueva ciudad, los viajes son un buen momento para renovar y refrescar nuestras mentes, pero, no siempre podemos decir lo mismo para nuestra piel.
¿Alguna vez te has ido de viaje y has notado que algo le pasaba a tu piel? ¿Una quemadura de sol? ¿Un cutis seco? Cuando se trata de viajar, la lista de posibles dolencias de la piel puede ser tan larga como ir de Madrid a San Francisco. Y aunque experimentar alguna turbulencia con la piel es inevitable, afortunadamente hay algunas maneras de asegurarse de que tu piel navegue en aguas tranquilas.
6 maneras en las que viajar puede afectar a tu piel
EL AVIÓN
¿Alguna vez te has notado deshidratada cuando vuelas a más de 1.000m de altura? Esto se debe a la presión de la cabina. Volar en avión puede tener consecuencias en la piel. Pero no te preocupes, hay maneras de contrarrestar este estrago. Incluso puedes ponerlas en práctica antes de embarcar, mientras estás en el avión, y durante todo tu viaje.
Mantener la piel hidratada mientras se está dentro de una avión es fundamental. Así que ya sabes, echa en tu bolsa de mano el maravilloso Minéral 89, el sérum con ácido hialurónico de Vichy. Verás como aplicártelo ayuda a tu piel tener algo de humedad y a estar más protegida ante los cambios de presión.
Si encima quieres un extra, aplícate la versión para el contorno de ojos, Minéral 89 Eyes. Notarás tu mirada mucho más descansada, sin importar la cantidad de millas que te eches encima.
CAMBIO DE CLIMA
Un cambio en el clima puede realmente pasar factura a la piel. En climas húmedos, la piel puede parecer más grasa de lo habitual, lo que a su vez puede dar lugar a brotes de acné. Por lo contrario, en climas más secos, la piel puede ser más susceptible a la sequedad. Una manera de evitar estos contratiempos es verificando el tiempo antes de ir. Si te diriges a un clima húmedo, lleva contigo productos que son más ligeros y que pueden permitir que tu piel respire. Si el clima es seco, ya sabes, echa en la maleta los productos con texturas más ricas y los limpiadores con base de aceite.
EL SOL
Otro factor a tener en cuenta al viajar este verano es la fuerza del sol. Cuanto más cerca estés del ecuador, más intenso es el sol. Si no estás debidamente protegida, te enfrentarás a quemaduras solares, signos prematuros del envejecimiento, piel más seca y un tono más apagado. Recuerda llevar contigo un protector solar de amplio espectro y aplícatelo cada 2h. Por supuesto necesitarás un after sun que te hidrate y alivie la piel después del sol.
FALTA DE SUEÑO
Con el cambio de rutina viene el cambio en el patrón del sueño. No descansar lo suficiente puede hacer tener un impacto en la piel. El sueño le da a tu cuerpo tiempo para refrescarse y renovarse, y no dormir lo suficiente puede dar lugar a cambios notables en su complexión -como bolsas hinchadas debajo de los ojos y ojeras. Si bien hay muchas maneras diferentes de adaptarse a la nueva zona horaria, te aconsejamos que, una vez hecho el check in en el hotel, te eches una pequeña siesta para reponer un poco de energía extra antes de salir a explorar una nueva ciudad . Y, si te alojas en algún lugar tropical, siempre puedes programar tus excursiones para el día después de tu llegada, así tienes un día para dormir y relajarte en la piscina o la playa antes de un gran día de aventura.
GÉRMENES
Los gérmenes están en todas partes: en el avión, en el autobús, en cualquier baño público... Y con los gérmenes vienen las bacterias que podrían presentarse a modo de desagradable resfriado o causar estragos en tu piel. Una forma de evitar los gérmenes es evitar tocarse la cara.
Si estás agarrada a una barandilla del metro de NY y a continuación te tocas la cara... mala idea...Piensa en todas las personas que han tocado esa barandilla y todos los gérmenes que has extendido por tu rostro. Has de ser verdaderamente consciente de los gérmenes durante tu viaje, lleva un pequeño bote de desinfectante para manos en tu mochila o bolso, y lávate las manos antes de tocarte a la cara. Nuestros favoritos, los geles purificantes de Roger&Gallet.
PRODUCTOS DE HOTEL
No nos malinterpretes, nos encantan las muestrecillas de crema corporal o limpiradores que nos encontramos en los baños de los hoteles. Pero estos productos y tu piel no siempre se llevan bien. No está de más que te lleves tus propios cosméticos (en formato viaje si no vas a facturar) ya que las vacaciones no son el mejor momento para experimentar productos nuevos en tu piel, especialmente si tienes la piel muy sensible. No obstante, seguro que la mayoría de tus marcas preferidas ofrecen formatos más pequeños, y si no es así, hazte con el típico kit de botes de viaje y rellénalos con los productos que vayas a necesitar.
¿Y tú? Tienes algún otro truco, como experta viajera, que quieras compartir?
¡Te van a encantar!
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