¿Imperfecciones? 7 cosas que no tienes que hacer

¿Eres de las que piensa que el sol es bueno para los granitos, que las pieles grasas no necesitan una crema hidratante o que el dulce no afecta al acné? Lee este artículo y cuenta cuántos errores estás cometiendo a la hora de tratar tu acné.

Elena

11-09-2017

Ya sabemos que el acné va más a allá de los dichosos granitos, espinillas y puntos negros que aparecen de repente en nuestra piel. Numerosos estudios demuestran que puede provocar ansiedad, depresión y baja autoestima. Incluso puede afectar al rendimiento en el colegio o en el trabajo.

También sabemos que hay mucha desinformación al respecto, muchos falsos mitos que hoy os queremos desmontar, especialmente los relacionados con los alimentos. Así que seguro que estás cometiendo muchos errores a la hora de tratar tu acné que desconoces.

¡Empezamos!

1.    Tomar el sol si tienes un brote de acné 
No te fíes de nadie que te diga que 'el sol seca los granitos'. Puede ser que el bronceado haga que tu rostro parezca más uniforme, pero el sol terminará por provocar un efecto rebote que acelerará la producción de sebo, obstruyendo los poros y dando lugar a más acné. La vuelta al cole puede convertirse de verdad en la vuelta a la adolescencia...

2.    Explotarse las espinillas  
Apretarse una espinilla es romperse (literalmente) la piel, dañando la imperfección y aumentando su inflamación. Y esto puede provocar cicatrices de acné que perdurarán en tu rostro toda la vida. Además, al tocarte los granos, contribuyes a que se propaguen por zonas cercanas al mismo.

3.    No hidratarte la piel si la tienes grasa
Es común pensar que una crema hidratante aporta más grasa a este tipo de pieles. Sin embargo, todos los tipos de piel se deshidratan y las grasas suelen descamarse por determinadas zonas. La solución: hidratantes con texturas muy ligeras, seborreguladores y matificantes. No hidratarte dirariamente la piel puede incluso empeorar tu acné.

4.    No aplicarte un tratamiento dermocosmético para eliminar el acné 
Adoptar una rutina de cuidado diaria es fundamental. Es necesario limpiar la piel cada día con productos específicos así como aplicarse un tratamiento indicado para este tipo de piel. La protección solar también es fundamental y si quieres maquillarte, opta por productos no comedogénicos. ¡No te pierdas este tutorial de la maquilladora Natalia Belda!

5.   Creer que solo los adolescentes tienen acné
El acné afecta a gran parte de la población. De hecho, cada día afecta a más adultos. Hay estadísticas que reflejan que hasta un 40%  de los mayores de 30 años pueden sufrirlo, especialmente mujeres. El acné en la edad adulta en las mujeres es uno de los motivos de consulta más frecuente en los dermatólogos, así que, como ves, no es solo cosa de quinceañeros. Si este es tu caso, necesitarás un tratamiento totalmente distinto al que utiliza tu hija. Nuestra recomendación: Blemish&Age Defense de SkinCeuticals.

6. Tomar muchas golosinas y pasteles
Se ha demostrado que los alimentos con una elevada cantidad de azúcar o carbohidratos refinados pueden empeorar el acné. ¿Nuestra recomendación? Consume alimentos altos en fibra de grano entero y legumbres en lugar de azúcares refinados y harina blanca

¿Y el chocolate? Estudios actuales demuestran que existe una escasa correlación entre el consumo de este alimento y la aparición o empeoramiento del acné. Sin embargo, como la piel de cada uno es un mundo, si notas que el chocolate te causa un brote de acné, evítalo.

7. Desmaquillarte con cualquier producto
¿Has comprobado que tu leche limpiadora es NO COMEDOGÉNICA? Los productos para retirar el maquillaje y limpiar el rostro, cuando están testados como 'no comedogénicos', no favorecen a la aparición de granos. Pero es verdad que a cada piel le gusta una textura concreta. Las fórmulas que más agradan son las de “limpieza al agua”, geles espumantes o espumas que se eliminan con agua y dan sensación de pureza y frescor. Importante que no contengan tensioactivos irritantes, que pueden provocar un efecto rebote.

¡Cuéntanos qué otras cosas (mal hechas) estás haciendo tú!